sábado, 11 de febrero de 2017

Restos

No es fácil dejar de sentir,
tantos arañazos que salpican en el vacío de esta habitación,
un duelo interno que se expande como el aceite en la piel del mar.

 No es fácil dejar de contar arañas en el techo,
verlas deslizarse por su tejido invisible,
hasta tocar las capitulares con sus patas
para así convertirse en masa de texto y pensamiento,
el resto de este poema.