miércoles, 7 de abril de 2010

Ciudad Jardín

Vivo en una ciudad de hombres ágiles
y de seres extrañamente vivos.
Vivo en una ciudad agonizante
letal y contenida,
donde cualquier mirada huérfana,
o cualquier bala extraviada te puede destrozar.
Pero en ocasiones he visto labios
que alimentaban besos en equilibrio,
y he oído reír a carcajadas,
he sentido el amor venciendo el odio,
he mirado antenas, cables y paradisiacos paisajes de metal,
ruidos audaces que frecuentadores de gargantas hermosas y frágiles
canciones y música de jazz
pero aún así el humo de cigarro sigue penetrando, penetrando.

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