Quizá allá fuera faltan más abrazos suicidas,
y que la humanidad se lance a un temerario montículo de besos,
y así esperar la muerte vestido con un traje de felicidad y una sonrisa pagana.
Quizá también me falte ser un canibal de amor y de vida.
aprender a caer,
quebrarme el alma,
recomponerme.
Resurrección.
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