La hermosa temible
con sus largos omoplatos apunto de tocar el otoño,
vomitando celebraciones paganas en el peso de la noche,
donde hombres y animales,
aprenden a respirar a bocanadas de aire fúnebre,
mecedores de cunas rotas,
aparejadores de abrazos suicidas,
amantes de una mujer temible.
1 comentario:
Socio!Ya te sigo,me gusta tiene volteretas y candor fueguino,esto promete,si,si,oye sabes como publicar las entradas en el facebook,sería bueno.
Un abrazo de ternero.
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