viernes, 9 de abril de 2010

Niños blandos

La noche de los relámpagos lunares,
tu mecías nuestro niño,
mientras caminábamos celestes por cloacas color césped.
De deshechos humanos y libros censurados.
Isabel nunca supo inyectarse la prosa de mi sangre.
Canta y grita con lengua extranjera y acentos ultramarinos,
donde los niños balanceados por el caucho de los neumáticos,
juegan a morderse los corazones.
Ando despacio, muchas veces, des-pa-cio.
El miedo intenta aligerar mis pies,
por la angustia de vencer las verticalidad del alambre
y las crudas escamas del muro.
Al otro lado, suena una canción de códigos rosados
Yo quiero vivir intensamente en la boca del estómago de Julie Andrews.
Yo quiero destrozarme el lagrimal.
No, no quiero reír la ausencia de los acordes en Noviembre.

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